E.L.

El castigo es una de las técnicas más conocidas, sin embargo suele aplicarse de manera incorrecta de forma que puede dañar la integridad psicológica de las personas a las que se les aplica, generando reacciones negativas que a la larga pueden perjudicar a la personas y a la técnica misma. Sin embargo, con una práctica adecuada, y teniendo en cuenta la integridad de las personas a las que se les ha de aplicar, la técnica puede resultar beneficiosa, ya que es RECOMENDABLE sólo en casos extremos, como sería en una situación en que la conducta indeseada ponga en peligro la vida de la persona o de terceros, como por ejemplo que un niño tienda a entrar en áreas desconocidas, o incluso a tomar los productos químicos para el aseo del hogar.

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Ésta técnica sobresale, ya que detiene rápidamente la conducta, sobre todo aquellas poco establecidas (un estímulo suave puede ser suficiente en este caso), reduce la posibilidad de ocurrencia de esta en el futuro.

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Existen dos tipos de castigos: el castigo positivo y el castigo negativo.

El primero trabaja en conjunto con la presentación de un ESTÍMULO AVERSIVO, Técnica a través de la cual se administra una estimulación aversiva a la aparición de una conducta o se elimina un reforzador positivo, que en otras palabras, generalmente provocará  que la persona, evite dicho estímulo y buscando a través del no ejercicio del comportamiento indeseado. Y el segundo, busca eliminar un estímulo positivo, en otras palabras, le retirará un estímulo agradable.

Ésta es una forma en la cual una persona aprende lo que no tiene que hacer, en lugar de lo que tiene que hacer.

Procedimiento: C. positivo

1. Emplear estímulos punitivos que sean aceptables en función de la conducta a castigar y de las personas implicadas.

2. En el caso de usar la crítica como estímulo punitivo, no hay que emplear comentarios globales negativos, ya que ofenden a la persona, y hacen más negativa la relación con el agente punitivo y pueden reducir la autoestima.

3. Hay que intentar identificar estímulos punitivos que sean eficaces para la persona en cuestión

RECOMENDACIONES

Deber ser rápido, es decir, debe proporcionarse enseguida de presentar el mal comportamiento.

Ser suficiente, sin ser cruel.

Debe evitarse períodos largos de castigo, por cuanto la efectividad de este se reduce.

Se logra una desaparición más pronta cuando se combina el castigo con la extinción.

El castigo puede hacer también que la respuesta se generalice, por lo menos, temporalmente.

Debe descontinuarse ante conductas deseadas.

IMPORTANTE

• A veces el castigo es anulado debido a que la conducta que se castiga es reforzada al mismo tiempo por otra persona.

• Combinar el castigo con la enseñanza y/o reforzamiento de conductas alternativas o incompatibles con las conductas castigadas. El reforzamiento debe predominar sobre el castigo.

• El castigo no debe aplicarse de forma arbitraria, sino contingentemente a la conducta. La persona debe ser informada acerca de cuál es la conducta que está siendo castigada.

• Es útil avisar de que se va a aplicar una consecuencia punitiva caso de hacer algo o de no parar de hacerlo, también se pueden emplear gestos, que actúen como estímulos discriminativos.

• Es necesario que la persona aplique el castigo sin perder la calma. Simplemente debe describir la conducta y aplicar la consecuencia de manera serena y tranquila. La exaltación emocional favorece el descontrol en la aplicación del castigo.

• A mayor intensidad de la consecuencia punitiva, se produce, en general, una supresión de conducta más grande, rápida y duradera.

• Si la persona llega a habituarse a una consecuencia punitiva y el castigo deja de funcionar, puede cambiarse de consecuencia o dejar tiempo libre. En ningún caso debe aumentarse gradualmente la intensidad o la duración de la consecuencia punitiva.

• A la persona no debe resultarle posible escapar de la consecuencia punitiva o evitarla, ya que de lo contrario solo se reforzará la conducta.

• No se deben pedir disculpas por haber castigado la conducta.

• Al enseñar solo aquello que no se debe hacer, es necesario que a la par se establezcan nuevos

• Reconocer que lo que funciona como castigo para una persona, no necesariamente actúa igual en otras. Por lo que hay que ser cuidadosos para etiquetar los objetos o eventos como estímulos reforzantes o aversivos.